lunes, octubre 09, 2006

8 precauciones para proteger tu matrimonio de la infidelidad

Lo peor del divorcio es que, como el suicidio, es contagioso.

Cuando se han divorciado ya un par de parientes, hermanos, primos cercanos, y nadie parece haberse muerto de ello, es fácil asumirlo como “otra opción”. Una pareja joven en crisis cada vez tiene menos ejemplos a los que mirar, ejemplos de matrimonios jóvenes, firmes y alegres.

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4 comentarios:

Cristian dijo...

Uffff. M. Cristina:
No sabes lo que me costó predicar ayer respecto al tema, para no herir suceptibilidades. Pero no podía callarme con la evidencia de la Palabra de Dios. ¿Cómo lo salvé? Algo de lo que dije, fue la educación hacia los más jóvenes y los pololos; hablarles a ellos de que se trata de una vocación, y no de que porque todos se casen, deben hacerlo: Deben sentirse llamados a la vida matrimonial. La clave de esa fidelidad es la confianza y el meter a un tercero en esa relación matrimonial: Dios.
Bendiciones.

Aeronauta dijo...

Hay que hablar. Ayer estuvimos con tres matrimonios hechos hace 35 años. Los felicité de corazón. Han pasado uno de ellos desde quiebras económiocas a infidelidades, y ahí siguen rehaciendo su vida (sic) los mismos dos juntos y peleando codo acodo. Me emocioné, de verdad.
Saludos

Anónimo dijo...

Tengo 28 años, llevo dos años y medio casado y en un mes nace mi segundo hijo y eso ¡tiene que ser contagioso también!
Un gran saludo
Berto

Anónimo dijo...

1.- Yo creo absolutamenta en lo que dijo una vez Aquilino Polaino (siquiatra español).Hay que querer al otro como QUIERE ser querido.Así se va formando un círculo virtuoso que beneficia a los dos.
2.- Cuando uno se casa se compromete ante Dios a amar al esposo (a) hasta que la muerte nos separe. Ante el argumento típico:"es que el amor se acabó" hay que saber que lo que a uno se compromete es a QUERER AMAR AL OTRO hasta la muerte.

Como podemos ver, los 2 puntos anteriores hacen referencia al ejercicio de la VOLUNTAD.No basta basar el compromiso sólo en los sentimientos.Ellos solos no son suficientes para enfrentar las dificultades que tarde o temprano se presentan en la vida de todo ser humano.
¡Se puede! Es que contamos con la presencia divina permanente y las gracias que da el sacramento del Matrimonio.

Tu mamá.